Un juez de Los Ángeles dictó sentencia contra el médico implicado en el caso que conmocionó al mundo del espectáculo: Salvador Plasencia, señalado por haber suministrado la anestesia ilícita –ketamina– al actor Matthew Perry, protagonista de la serie Friends, semanas antes de su trágica sobredosis, ocurrida en octubre de 2023.
En la audiencia de este miércoles, Plasencia —quien admitió su culpabilidad en julio pasado por distribución ilegal de ketamina— fue condenado a 30 meses de prisión (dos años y medio), además de dos años de libertad supervisada y una multa.
Durante el juicio, la jueza subrayó que aunque Plasencia no suministró la dosis fatal que causó la muerte de Perry, sus acciones contribuyeron a alimentar la adicción del actor. “Usted y otros ayudaron a que este final fuera posible”, sentenció.
En la corte, los familiares de Perry ofrecieron declaraciones conmovedoras. Su madre, visiblemente afectada, se dirigió al condenado: “Este era mi hijo. Que lo llamaran ‘imbécil’ no lo hace imbécil. Sabía cómo ser un adicto, no un delito”.
Plasencia, visiblemente quebrantado, pidió perdón. “Debería haberlo protegido”, dijo entre lágrimas, confesando su culpa y lamentando el daño causado.
Este fallo marca al primer condenado de cinco personas acusadas en relación con la muerte del actor. Otros implicados —incluyendo proveedores, ayudantes y otros médicos— enfrentarán sentencias en los próximos meses.
El caso ha abierto una discusión urgente sobre la responsabilidad médica y el abuso de poder en la industria del entretenimiento, en especial cuando se trata de tratar adicciones y fragilidades emocionales.
Con esta condena, se busca enviar un mensaje claro: nadie, ni siquiera un médico, puede lucrar con el dolor de una persona vulnerable.