El Auditorio Nacional fue testigo de una noche mágica donde Natalia Lafourcade no solo deleitó con su música, sino también con la noticia más tierna de su vida: la espera de su primer bebé. Con un vestido blanco bordado en rojo y una sonrisa radiante, la cantante convirtió su presentación en un encuentro íntimo lleno de emociones, donde cada acorde parecía acompañar la dulce revelación.
Durante el concierto, la artista bromeó con su público diciendo que llevaba un “pastelito de amor” en su vientre, lo que desató una ola de aplausos y ovaciones. La conexión con la audiencia se sintió más fuerte que nunca, pues entre canciones y confesiones, Natalia transmitió una mezcla de ternura, gratitud y alegría que llenó cada rincón del recinto.
Antes de despedirse, compartió que pronto hará una pausa en los escenarios para vivir de lleno esta nueva etapa como madre, aunque dejó claro que la música seguirá siendo parte de su esencia. Su mensaje, cargado de sinceridad, fue recibido con calidez por sus seguidores, quienes celebraron con ella no solo su talento, sino también este capítulo especial de su vida.