La cantante y actriz Miley Cyrus confesó que considera haber sido la primera gran víctima de la cultura de la cancelación. Tras dejar atrás la imagen de Hannah Montana y mostrar una faceta más rebelde, la artista enfrentó una ola de críticas que marcaron profundamente su carrera y su vida personal en aquellos años.
En una charla con CBS Sunday Morning, la intérprete recordó cómo muchas de sus decisiones creativas fueron señaladas de manera desproporcionada, al grado de convertirla en blanco de juicios constantes. Con el tiempo, asegura, comprendió que lo que en su momento veía como simple diversión terminó arrastrándola a un escrutinio que afectó su bienestar emocional.
Hoy, con una trayectoria consolidada y éxitos recientes como su Grammy por “Flowers”, Cyrus demuestra que pudo transformar esa experiencia en fuerza. Su historia se ha convertido en un ejemplo de resistencia dentro de la industria musical y en un recordatorio del impacto que la cultura de la cancelación puede tener en los artistas.