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Maite Perroni lanza poderoso mensaje tras fuertes críticas por su peso

Una de las figuras más queridas de la escena mexicana enfrenta una vez más la presión pública: Maite Perroni.

La actriz y cantante no ha dudado en alzar la voz tras las críticas por su apariencia física. En un video compartido en sus redes, afirma: “Peso 72 kilos, y eso que no me han visto cuando pesaba 94”.

Con estas palabras, Maite abre una reflexión poderosa sobre uno de los temas más delicados en nuestra sociedad: la obsesión con el cuerpo perfecto.

Ella reconoce que, por años, muchas personas han luchado con la báscula, intentando transformarse para encajar en estereotipos impuestos. “Nos hemos olvidado de quiénes somos en realidad”, confiesa.

Pero Maite no solo habla de su experiencia: habla para quienes han sido juzgados por su físico, para quienes han sentido vergüenza o inseguridad. “Hoy decido abrazar mi cuerpo y agradecerle por darme la fuerza para dar vida”, dice, reconociendo los cambios que han marcado su vida, especialmente tras convertirse en madre.

La artista recalca que su valor no está definido por un número en la balanza ni por los comentarios ajenos. “Nunca permitan que la opinión de los demás defina su valor”, es su llamado urgente y sincero.

En un contexto donde las redes sociales y los medios suelen centrarse en lo superficial, Perroni propone algo distinto: abrir un diálogo sobre la aceptación, la transformación y el amor propio.

Además, recuerda que su vida va más allá de su cuerpo: está dedicada a vivir el presente, a criar a su hija, a sanar y crecer. “Seguiré dejando ir lo que ya no es, aceptando mis cambios, abrazando mis procesos y viviendo mi vida con mucho amor y agradecimiento”, afirma con convicción.

Este mensaje, lanzado con valentía, ha resonado con miles de personas que también enfrentan la presión social por su apariencia. Perroni no solo defiende su cuerpo: reivindica la dignidad de ser humano más allá de los estándares estéticos.

Así, Maite nos recuerda algo fundamental: cada cuerpo tiene una historia, cada cambio es parte de un proceso, y nuestra autoestima no debe depender de lo que los demás piensan.