Últimamente, el nombre de Lucerito Mijares acaparó titulares tras viralizarse unas imágenes que despertaron fuertes comentarios sobre un supuesto “cambio físico radical”. Algunos usuarios y medios apuntaban a que la joven habría recurrido a tratamientos estéticos o dietas rigurosas para lograr un nuevo look.
La polémica creció rápidamente en redes sociales, donde muchos la describieron como “irreconocible”: rasgos faciales más marcados, figura estilizada… detalles que despertaron especulaciones.
Pero frente al revuelo mediático, su madre —la reconocida cantante Lucero— decidió romper el silencio. En una reciente declaración pública, ella fue tajante: las fotos que circulan “no eran reales”, sino que se trataba de imágenes manipuladas mediante herramientas de inteligencia artificial.
Lucero pidió al público y a los medios no compartir contenido sin verificar su autenticidad, y defendió con firmeza el bienestar y la imagen de su hija: “…no eran fotos de mi hija”, afirmó.
Por su parte, Lucerito Mijares, lejos de alimentar rumores, optó por mantenerse enfocada en su trayectoria artística. En redes compartió que se siente cómoda con su cuerpo y su aspecto, y agradeció los gestos de cariño de sus seguidores, sin confirmar ningún cambio estético.
Y aunque hay quienes defienden que su reciente cambio podría ser producto de un régimen alimenticio —como algunas versiones señalaron una pérdida de hasta 22.5 kilos en pocos meses— jamás se ha presentado evidencia médica o declaración oficial que confirme una cirugía, dieta estructurada o tratamiento estético.
Este episodio no es aislado. En 2025, la joven artista ha incrementado su presencia pública, con sesiones fotográficas, eventos y proyectos musicales que han elevado su visibilidad mediática. Esa exposición constante, coinciden analistas del espectáculo, intensificó la atención sobre su imagen personal.
Pero más allá del morbo o la crítica fácil, muchas voces han aprovechado para reflexionar: ¿qué tanto influye la presión social sobre el cuerpo en figuras públicas jóvenes? ¿Cómo vigilar la ética al difundir imágenes alteradas?
Por ahora, familia y seguidores coinciden: lo importante es respetar la dignidad, el bienestar y la trayectoria artística de Lucerito, más allá de su aspecto físico.
