Shakira hizo historia en México con una serie de 12 conciertos consecutivos que superaron todas las expectativas. La colombiana logró lo que pocos artistas internacionales han alcanzado: llenar arenas noche tras noche y mantener al público en completa euforia desde el primer acorde hasta el último baile de cadera. Con un repertorio que combinó clásicos como Ojos así y Hips Don’t Lie con éxitos recientes como BZRP Music Sessions Vol. 53 y Copa Vacía, la cantante se coronó como la reina indiscutible del pop latino.
Cada show fue un derroche de energía, luces y emociones. Shakira demostró que, a pesar del paso del tiempo, sigue siendo una de las artistas más completas de la industria: canta, baila, toca instrumentos y mantiene una conexión directa con su público. En medio de sus coreografías impecables, no faltaron los mensajes de agradecimiento a México, país que —como dijo emocionada— “siempre la ha hecho sentir en casa”.
Uno de los momentos más comentados fue cuando interpretó Antología rodeada de mariachis, un gesto que provocó lágrimas y ovaciones. Las redes sociales estallaron con miles de videos y mensajes de fans que viajaron desde distintos estados del país para verla en vivo.
Con esta serie de presentaciones, Shakira no solo batió récords de asistencia, sino también reafirmó su vigencia y poder escénico. A sus más de dos décadas de carrera, sigue reinventándose y demostrando que no hay escenario demasiado grande ni ritmo que se le resista. En México, su rugido resonó más fuerte que nunca.