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La importancia de la flor de Nochebuena

La Nochebuena es una de las flores más emblemáticas de la Navidad y un símbolo que ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un elemento indispensable durante las celebraciones decembrinas en todo el mundo. Conocida científicamente como Euphorbia pulcherrima y en náhuatl como cuetlaxóchitl —que significa “flor que se marchita” o “flor de cuero”—, esta planta posee un profundo significado cultural y una rica historia que se remonta a la época prehispánica.

Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacan que la Nochebuena es originaria de Mesoamérica y formaba parte de diversas ceremonias en tiempos prehispánicos. Su vinculación con la Navidad, según la tradición, comenzó cuando frailes franciscanos en Taxco, Guerrero, utilizaron la flor para celebrar el nacimiento de Jesús, consolidando así su relación con las festividades navideñas.

La popularización de la Nochebuena fuera de México se atribuye al diplomático y naturalista estadounidense Joel Roberts Poinsett, quien la introdujo en Estados Unidos en 1828. Desde entonces, la flor ha trascendido fronteras, convirtiéndose en un símbolo navideño internacional y en un producto ampliamente exportado. Hoy, existen diversas variedades de Nochebuenas que se distinguen por sus colores, que van desde el tradicional rojo hasta tonos blancos, rosas y bicolores, consolidando a esta flor como un ícono de la temporada navideña.