Esta noche Madrid se viste de emoción. El ícono de la canción en español sube al escenario por última vez. Su gira se llama ya solo “Adiós”.
Con esas palabras, “este concierto en Madrid es el último de mi vida y por tanto el más importante”, Sabina dio cierre —esta noche— a más de cinco décadas de trayectoria sobre los escenarios. Frente a 12 mil personas, en el emblemático Movistar Arena, ofreció un concierto que no fue solo un show: fue un adiós cargado de memoria, de gratitud y de nostalgia.
La gira —que comenzó con gran expectativa en febrero pasado, recorriendo América y Europa con 71 conciertos y más de 700 mil entradas vendidas— culmina esta noche.
Sabina eligió un repertorio que cruzó generaciones: desde sus primeros éxitos hasta canciones que volvieron al escenario para esta despedida. Temas como “Yo me bajo en Atocha”, “Princesa” o “Calle Melancolía” resonaron en el recinto, llevando a muchos al borde del llanto, a otros a cantar con el alma.
El artista, de 76 años, recordó que esta decisión responde a años de giras intensas y a episodios de salud que lo llevaron a replantearse su vida en los escenarios. Pero aclaró que no se retira de la música: dice adiós a las grandes giras, no a su creatividad.
Esta despedida —un “hola” a la nostalgia y un “adiós” a los escenarios— marca el fin de una era. Pero para millones, su voz, sus versos y su legado permanecerán. Sabina cierra el telón esta noche, pero sus canciones seguirán acompañándonos.