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DEVELAN ESTRELLA PÓSTUMA DE JENNI RIVERA EN EL PASEO DE LA FAMA DE HOLLYWOOD

El pasado jueves se realizó la entrega de la estrella en el Paseo de la Fama de la cantante Jenni Rivera. A la ceremonia acudió gran parte de su familia y también estuvo Gloria Trevi, quien brindó unas emotivas palabras en honor de la llamada “Diva de la Banda”

La madre de la cantante y su hermano Lupillo Rivera no pudieron contener las lágrimas durante la develación de la estrella póstuma en tributo al legado de la cantante fallecida en 2012.

Su hija Chiquis Rivera expresó: “mi mamá no era una mujer que decía ‘sueño con esto’, mi mamá era una mujer de hechos y decía ‘un día de estos voy a tener una estrella en el Paseo de la Fama’.

Al evento acudieron los cinco hijos de la artista, acompañados por la cantante mexicana y amiga de la familia, Gloria Trevi como invitada especial; quien tuvo que hacer una pausa en su gira por Europa y volar desde España, para poder asistir al evento.

Centenares de fans se congregaron frente al edificio Capitol Records en Los Ángeles, donde se encuentra la estrella. Con banderas mexicanas, corearon el nombre de Jenni Rivera demostrando su admiración por la artista que dejó una huella imborrable en el mundo de la música, además de convertirse en un símbolo de fortaleza y empoderamiento femenino.

La ceremonia fue el momento ideal para limar asperezas entre los integrantes de la familia. Cuentan que fue “Chiquis” quien tuvo la idea de buscar a sus tíos, primos, sobrinos y abuelos para asistir a la gran tarde de la develación de la estrella de Jenni. Definitivamente fue un buen momento, si bien no para reconciliaciones, sí para celebrar a quereres comunes.

La hermana de la cantante, Rosie Rivera, llegó con Doña Rosa Rivera, quien rompió en llanto arrodillada en la estrella. Invitados aseguraron que Lupillo, juan y los otros hermanos no se saludaron entre sí pero que estuvieron presentes en la comida posterior a la develación y que fue ahí que se rompieron algunas barreras.

Doña Rosa (la abuela) y Chiquis se dieron un abrazo y lloraron juntas de emoción. Rosie (la tía destituida como albacea del patrimonio) también se conmovió hasta las lágrimas con el acercamiento de sus sobrinos y prometieron reunirse pronto para un almuerzo de domingo.

Más allá de “dimes y diretes”, el amor consanguíneo estuvo presente más que cualquier diferencia de opiniones.