Una plataforma digital de alojamiento, aseguró que Bad Bunny no sólo llena espacios por su capacidad de convocatoria, sino que también moviliza flujos de visitantes y activa cadenas de consumo.
Por otro lado, detalló a través de un comunicado que en la Ciudad de México, los grandes conciertos han dejado de ser únicamente eventos culturales, ya que se han convertido en detonantes de actividad económica y turística, “con un impacto que trasciende el recinto que los alberga”.
Además, la plataforma digital apuntó que está situación corresponde al crecimiento del turismo impulsado por eventos.
“Aproximadamente 41 por ciento de los viajeros nacionales se ve atraído por los conciertos de artistas específicos, seguido del 40 por ciento que lo hace gracias a los festivales de música; lo que confirma que la agenda cultural se ha convertido en un factor decisivo para el desplazamiento turístico”, señaló.
Asimismo, refirió que está combinación abre oportunidades para zonas que no han tenido tanto turismo, por lo que el hospedaje también es impulsado por plataformas digitales mediante un alojamiento temporal.
Por lo tanto, explicó que los conciertos de alto perfil también funcionan como mecanismos de dispersión turística dentro de la ciudad, al permitir que los visitantes se alojen en colonias con menor densidad de visitantes.
