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Alejandro González Iñárritu inaugura ‘Sueño perro’

A 25 años del estreno de Amores perros, Alejandro González Iñárritu vuelve a mirar su ópera prima, no para rendir tributo a ese pasado glorioso, sino para resucitar un cuerpo “casi muerto” a través de Sueño perro: instalación celuloide que recupera el material no usado de la película.
A partir de esta semana, el cineasta ofrece una experiencia sensorial para entrar al corazón de una historia que cambió el rumbo del cine mexicano desde su proyección en el festival de Cannes. La instalación se montó en LagoAlgo, en Chapultepec, y estará abierta al público del 5 de octubre de 2025 al 4 de enero de 2026.
Al entrar, la experiencia se vuelve inmersiva. Proyectores de 35mm giran como corazones mecánicos, iluminando fragmentos que alguna vez quedaron fuera del montaje final. Entre 40 y 50 minutos de la cinta inédita, recuperada de los archivos del rodaje, se proyectan sobre las paredes del espacio. Se escuchan los proyectores, el girar de los carretes, el correr del celuloide; es una especie de ritual visual y sonoro que revive el espíritu de la cinta estrenada en el 2000, un tiempo en el que el cine olía a químicos y a polvo y no a algoritmos.
La curiosidad fue el detonador de esta instalación. El deseo de volver a mirar lo descartado, lo que no llegó a ser, “por esa razón decidí compartir mi ropa sucia, lo que nunca muestro: los intentos, las tomas fallidas, el proceso. Esto que ven ustedes nunca lo había compartido, soy muy pudoroso y no me gusta que la gente vea el proceso, haces 10 tomas y nueve están mal, y una está bien, todo lo demás es ropa sucia. Es tu proceso para llegar ahí.”, dijo Iñárritu durante un encuentro con medios para presentar su nuevo proyecto.