El Síndrome de Tourette es un trastorno neuropsiquiátrico que afecta el desarrollo y funcionamiento del cerebro y otros órganos del cuerpo, se manifiesta en la infancia o adolescencia, y se caracteriza por la presencia de tics motores y vocales.
Los síntomas pueden variar, pero comúnmente incluyen retraso en el desarrollo y crecimiento, problemas de aprendizaje y memoria, dificultades para hablar y comunicarse, movimientos anormales y falta de coordinación, problemas de visión y audición, y características faciales distintivas.
Este padecimiento es causado por una mutación genética que se hereda de manera autosómica dominante, lo que significa que una copia del gen mutado es suficiente para causar la condición por lo que que un padre o madre con el Síndrome de Tourette tiene un 50% de probabilidad de transmitir el gen mutado a cada uno de sus hijos, sin embargo, el diagnóstico se realiza mediante pruebas genéticas y evaluación clínica.
En México, se estima que alrededor de 50 mil personas padecen el Síndrome de Tourette, según datos de 2008. Sin embargo, es no existen estadísticas exactas sobre la prevalencia de este padecimiento en el país.
Es importante mencionar que la prevalencia del Síndrome de Tourette a nivel mundial oscila entre el 0,3% y el 3% de la población infantil. En México, se estima que el síndrome se presenta en 5 a 30 niños por cada 10,000
No hay cura para el Síndrome de Tourette, pero el tratamiento se enfoca en manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. El pronóstico varía según la gravedad de los síntomas y la respuesta al tratamiento.