Para la Universidad de las Artes de Yucatán, 2025 representó un año de logros académicos y artísticos que reafirmaron el papel de la casa de estudios como un motor para el desarrollo cultural, educativo y social del estado, destacó el rector Domingo Rodríguez Semerena.
El rector señaló que, durante el año que concluye, se alcanzaron metas que consolidaron a la UNAY como un referente académico que articula la creación, la pedagogía y la investigación, como la reactivación de la Licenciatura en Educación Artística, el inicio de los trabajos para la próxima apertura de dos nuevos programas académicos a nivel profesional, la creación de programas de formación intermedia y capacitación en arte, la instauración de nuevos órganos colegiados, así como de espacios de gestión y creación, como los Grupos Artísticos institucionales.
En el ámbito académico, precisó que la UNAY impulsó la formación, la investigación y la profesionalización artística mediante concursos regionales de composición, seminarios internacionales, congresos especializados, programas de verano, diplomados y posgrados con impacto nacional, como la Maestría en Dirección de Escena, que llevó estrenos teatrales a diez ciudades del país.
Asimismo, se fortaleció la oferta educativa con programas accesibles y flexibles, sentando las bases para la apertura de nuevas licenciaturas. De manera paralela, la UNAY fortaleció su estructura institucional mediante la creación de Grupos Artísticos, como las compañías de Teatro y de Danza, las presentaciones de su Orquesta Sinfónica y la revisión y ampliación de sus carteleras abiertas al público, lo que permitió ampliar la oferta de actividades con un programa anual que incluyó 150 propuestas —muchas de ellas en ciclos de varios días—, entre conciertos, puestas en escena y opciones cinematográficas, así como congresos, exposiciones, seminarios, talleres y celebraciones artísticas.
Varias de estas actividades se realizaron mediante colaboraciones internacionales y nacionales, montajes interdisciplinarios y la participación de artistas con amplia trayectoria, además de la vinculación con espacios culturales emblemáticos de Mérida y del interior del estado, con impacto en públicos diversos y el fortalecimiento del acceso al arte como un bien social.
De igual manera, agregó, durante este año se instauró la entrega de la Cátedra Extraordinaria Unay, reconocimiento a creadores con trayectorias internacionales que han dejado una huella significativa en el patrimonio cultural del estado y del país. La primera entrega fue para Tomás Marín Medina, músico, violinista y concertista yucateco con más de 50 años de trayectoria.
También se conformó un Consejo Consultivo, órgano de consulta y participación, integrado por más de 60 representantes de la comunidad artística, cultural, académica, de investigación y de la sociedad civil.
Asimismo, se iniciaron los trabajos para que en enero próximo inicie actividades la Fundación UNAY, colectivo que coadyuvará a impulsar el talento joven y la transformación social a través del arte.
