En un duelo en la parte baja de la tabla, ACF Zapotlanejo recibió a los Reboceros de La Piedad, ambos con la necesidad urgente de sumar para no alejarse más de los puestos importantes del torneo. El encuentro, que arrancó a las 4 de la tarde, dejó una clara muestra de contrastes: un primer tiempo dominado por los visitantes y una segunda mitad con reacción local, aunque insuficiente para cambiar el rumbo del marcador.
Desde el arranque, La Piedad se mostró más ordenado y con mayor determinación. Con el control del balón y una presión constante, lograron abrir el marcador temprano, tomando confianza y marcando el ritmo del juego. Zapotlanejo no encontraba respuestas, y antes del descanso, los Reboceros ampliaron su ventaja con un segundo tanto que reflejaba fielmente lo que ocurría en el terreno de juego.
El equipo local se fue al vestidor con pocas llegadas claras y muchas dudas, superado ampliamente en actitud y funcionamiento.
Tras el entretiempo, Zapotlanejo regresó al campo con una propuesta más ofensiva. Se notó un cambio en la actitud y la intensidad, lo que les permitió generar más peligro en el área rival. Fruto de ese esfuerzo, consiguieron un penal que fue bien cobrado para descontar y acercarse en el marcador.
El gol les dio un impulso anímico, y por momentos, el empate pareció una posibilidad. Sin embargo, La Piedad mantuvo el orden y también generó oportunidades claras, que fueron desperdiciadas en varias ocasiones, manteniendo la incertidumbre en el tramo final del encuentro.
Ya en los últimos instantes, otro penal a favor de La Piedad parecía darles la oportunidad de sentenciar el partido. El disparo fue detenido por el arquero local, pero el delantero visitante estuvo atento al rebote y mandó el balón al fondo, firmando el 3-1 definitivo.
Ese gol selló una victoria importante para los Reboceros, que con este resultado suman cuatro puntos valiosos en su lucha por escalar posiciones. Para Zapotlanejo, la derrota significa un golpe más en una temporada complicada, aunque la reacción mostrada en la segunda mitad deja una pequeña luz de esperanza para lo que viene.
