La participación de México en el Mundial Sub 17 llegó a su fin luego de ser superado con contundencia por Portugal, que se impuso 5-0 en los octavos de final. El conjunto mexicano enfrentó desde temprano un panorama adverso, pues las fallas defensivas y decisiones precipitadas condicionaron el desarrollo del encuentro, impidiendo que el equipo encontrara estabilidad o respuesta frente al ritmo europeo.
El duelo dio un giro desfavorable desde la primera parte, cuando una falta dentro del área y, posteriormente, una agresión revisada en el VAR dejaron a México en desventaja en el marcador y con un hombre menos antes del descanso. La expulsión terminó por desorganizar al conjunto nacional, que ya venía mostrando dificultades para sostener la posesión y recuperar terreno. Portugal, con mayor control y claridad, amplió distancias conforme avanzaban los minutos, aprovechando cada espacio generado por la inferioridad numérica.
En el complemento, los portugueses siguieron atacando y encontraron tres anotaciones más ante un Tri sin capacidad de reacción. La situación se agravó en los instantes finales cuando el guardameta mexicano también vio la tarjeta roja tras un empujón sobre un rival. Con dos expulsiones y un marcador abultado, México cerró su participación en el torneo dejando una imagen marcada por errores determinantes y un rival que no desaprovechó ninguna oportunidad.
