La NBA vivió una Navidad cargada de emociones, duelos cerrados y actuaciones históricas, en una jornada que confirmó por qué el 25 de diciembre es una de las fechas más emblemáticas del calendario del basquetbol profesional.
En uno de los partidos más vibrantes del día, los New York Knicks se impusieron 126-124 a los Cleveland Cavaliers en un cierre de alarido, manteniendo su buen paso ante uno de los equipos más sólidos del Este.
Sorpresa en San Antonio, donde los Spurs derrotaron 117-102 al Oklahoma City Thunder, vigente campeón de la NBA. El triunfo fue aún más significativo al tratarse de la tercera victoria de los Spurs sobre el Thunder en la temporada, dejando claro que se han convertido en su rival incómodo.
En San Francisco, los Golden State Warriors defendieron su casa y vencieron 126-116 a los Dallas Mavericks, mientras que los Houston Rockets dominaron a Los Angeles Lakers 119-96, en una noche complicada para el conjunto angelino.
Sin embargo, el partido que quedará marcado en la historia fue el triunfo de los Denver Nuggets 142-138 sobre los Minnesota Timberwolves, impulsados por una actuación monumental de Nikola Jokic. El serbio firmó una línea estadística simplemente extraordinaria: 56 puntos, 15 asistencias y 16 rebotes, participando directamente en más de un tercio de los puntos de su equipo, en una de las mejores actuaciones individuales jamás vistas en un juego de Navidad.
Además, la jornada tuvo un momento histórico con LeBron James, quien disputó su vigésimo partido de Navidad, consolidándose como el jugador con más apariciones en esta fecha especial en toda la historia de la NBA, un récord que refleja su longevidad y vigencia en la élite del basquetbol mundial.
Así, la NBA volvió a cumplir con el espectáculo, combinando historia, estrellas y partidos de alto voltaje en una Navidad que quedará grabada en la memoria de los aficionados.
