Para los Dallas Cowboys, el duelo ante los Raiders aparecía en el calendario como la oportunidad ideal para recuperar confianza en medio de una campaña marcada por altibajos. El panorama que mostraba Las Vegas hacía pensar en un encuentro favorable, y el equipo de la Estrella Solitaria no desaprovechó el escenario, imponiéndose con autoridad 33-16 en su visita al Allegiant Stadium gracias al liderazgo ofensivo de Dak Prescott.
El mariscal de campo dejó atrás un arranque titubeante —incluido un balón suelto que derivó en puntos para los locales— para terminar firmando una de sus mejores exhibiciones del año: 268 yardas aéreas y cuatro pases de touchdown sin entregar intercepciones. George Pickens se convirtió en su socio principal al aportar nueve recepciones, 144 yardas y una anotación, mientras que CeeDee Lamb, Jake Ferguson y Flournoy también contribuyeron a la producción ofensiva. Por tierra, Javonte Williams sumó 93 yardas en un encuentro donde la ofensiva de Dallas avanzó prácticamente sin resistencia.
En contraste, la actuación de los Raiders dejó más dudas que respuestas. Geno Smith concluyó con 238 yardas, un pase de anotación y una intercepción en un partido donde la presión defensiva de Dallas lo obligó a ceder cuatro capturas. El ataque terrestre de Las Vegas nunca encontró ritmo y terminó con apenas 27 yardas, dejando a Brock Bowers como su arma más efectiva con 72 yardas por recepción. Tre Tucker fue quien logró el único touchdown para un equipo que volvió a exhibir graves carencias a ambos lados del balón.
