Este fin de semana, el deporte espectáculo vivirá uno de sus momentos más conmovedores. John Cena, una de las máximas leyendas en la historia de la WWE, oficialmente se retirará de los encordados, poniendo punto final a una carrera que marcó a generaciones enteras de aficionados alrededor del mundo.
Cena cerrará el telón tras más de dos décadas de dominio, carisma y disciplina absoluta. El luchador estadounidense se despide como 16 veces campeón mundial, empatando el récord histórico de Ric Flair, y como uno de los rostros más reconocibles en la historia de la lucha libre profesional.
Desde su debut en 2002, John Cena se convirtió rápidamente en el estandarte de la WWE durante la era moderna. Su frase icónica, “You can’t see me”, trascendió el ring para convertirse en un sello cultural, mientras que su estilo de lucha, su ética de trabajo y su conexión con la afición lo consolidaron como un fenómeno global.
Más allá de los campeonatos, Cena deja un legado imposible de medir. Fue protagonista de algunas de las rivalidades más memorables de la empresa frente a figuras como Edge, Randy Orton, Triple H, Batista, The Rock y Brock Lesnar. Además, encabezó múltiples ediciones de WrestleMania y fue pieza clave en la expansión internacional de la WWE.
Pero su impacto no terminó en el ring. John Cena también se convirtió en un ejemplo fuera del cuadrilátero, rompiendo récords con más de 650 deseos cumplidos a niños a través de la fundación Make-A-Wish, un logro que lo colocó como uno de los atletas más influyentes a nivel social.
En los últimos años, Cena combinó su carrera con el cine y la televisión, participando en producciones de Hollywood sin abandonar por completo la WWE… hasta ahora. Este fin de semana, con palabras de agradecimiento, emoción visible y el respeto total del vestidor, eligió el momento para despedirse definitivamente.
El cuadrilátero pierde a un competidor, pero el deporte gana una leyenda eterna.
John Cena se va… pero su nombre ya es inmortal.
