El Arsenal protagonizó una de sus actuaciones más sólidas de la temporada al superar 3-1 al Bayern Múnich en una noche intensa en el Emirates Stadium, donde la energía del público y la efectividad del conjunto inglés terminaron marcando la diferencia. Aunque el conjunto alemán controló largas fases del juego con posesiones extendidas, el equipo de Mikel Arteta supo golpear en los momentos decisivos y transformar un partido parejo en una victoria que lo fortalece en la recta final de la fase de grupos de la Champions League.
El encuentro comenzó con dominio visitante, pero los Gunners fueron quienes inauguraron el marcador gracias a una acción a balón parado capitalizada por Jurrien Timber. El Bayern logró empatar tras una gran jugada colectiva culminada por el joven Lennart Karl, que volvió a demostrar por qué es una de las irrupciones más llamativas del torneo. A partir del complemento, el Arsenal aumentó la intensidad y generó varias oportunidades claras, encontrándose una y otra vez con un inspirado Manuel Neuer. Sin embargo, la insistencia rindió frutos: un centro de Calafiori conectado por Madueke devolvió la ventaja al cuadro londinense, que comenzaba a imponer su ritmo con mayor claridad.
El tramo final terminó por sentenciar la historia. Una mala salida de Neuer permitió que Martinelli, recién ingresado, aprovechara el error para definir sin oposición y colocar el 3-1 definitivo. Con el marcador a favor, el Arsenal administró el cierre con madurez, controlando los intentos del Bayern por reaccionar y evitando conceder espacios. Mientras los alemanes se quedaron sin respuestas en los últimos minutos, los londinenses cerraron el duelo con autoridad, firmando un triunfo que refuerza su candidatura como uno de los equipos más peligrosos de la competición.