Cristiano Ronaldo finalmente evitó una sanción severa tras la expulsión que sufrió por un codazo en el duelo ante Irlanda. Aunque el incidente fue catalogado como conducta violenta y podía costarle hasta tres partidos, la Comisión Disciplinaria de la FIFA decidió imponerle únicamente un encuentro de suspensión, tomando en cuenta su historial limpio con Portugal. Con ese castigo ya cumplido durante el enfrentamiento ante Armenia, el delantero quedó habilitado tanto para un posible amistoso frente a México en marzo como para el arranque del Mundial 2026.
La reducción del castigo se sustentó en que se trató de la primera tarjeta roja directa que Cristiano recibe en más de 20 años como internacional, sumando 226 partidos sin expulsiones. Además, la FIFA concluyó que la acción no alcanzó un grado alto de agresividad dentro de su reglamento. Esto abre la puerta para que el astro portugués participe en la reactivación del Estadio Banorte —sede mexicana durante el torneo— en un duelo que Portugal y México tienen prácticamente amarrado previo a la Copa del Mundo y que sería uno de los amistosos con mayor atención mediática del año.
El Tri, que cerró 2025 con actuaciones irregulares ante rivales de jerarquía, planea usar ese partido como un examen de exigencia antes de su debut mundialista. Portugal también celebra la decisión disciplinaria, pues mantiene disponible a su máximo referente ofensivo para el inicio de la fase de grupos. Ronaldo, quien fue determinante en la eliminatoria europea, podrá estar presente desde el primer minuto del torneo, un impulso clave tanto en lo deportivo como en lo mediático para la selección dirigida por Roberto Martínez.