Pasearse por IFA es una experiencia singular. No solo porque durante los días previos a la apertura general, cuando la prensa puede acceder, aquello está a medio montar (literalmente), sino porque puedes comprobar de un solo vistazo cómo los fabricantes imaginan el futuro del hogar. Y sí, todo es IA en la era de la IA, eso no es ninguna sorpresa. La pregunta es cómo interactuaremos con ella en cinco o diez años.
¿Cómo usaremos la IA en el frigorífico, en el televisor, en el horno o en la lavadora? Y sobre todo, ¿para qué la usaremos? Tras haber visitado la feria, visitado varios stands y hablado con representantes de diferentes marcas, queda claro que no será ni con una pantalla ni con un mando a distancia, sino con la voz.
Del “OK Google, pon un temporizador” al “voy a hacer pizza”
Si algo nos han enseñado ChatGPT, Google Gemini y demás LLMs que entienden el lenguaje natural es que es posible interactuar con una máquina o un software usando eso, lenguaje natural. Donde antes usábamos comandos simples y robóticos que poco o nada tienen que ver con cómo hablamos las personas (“Alexa, pon el brillo al 20%”, “OK Google, baja el aire dos grados”) ahora tenemos comandos naturales. Basta con abrir Google Gemini, encender la cámara y preguntarle cuál es esta flor, qué pone aquí, etc. Es natural, familiar.
Para los fabricantes, este es el futuro de la interacción con el hogar. Lo que antes era, simplemente, “domótica”, hoy se dibuja como un ecosistema conectado en el que todos los dispositivos (luego matizaremos esto) hablan entre sí, entienden el contexto de la interacción y toman la acción pertinente con nula o escasa participación del usuario.
Hisense, la marca de televisores más vendida en China y uno de los gigantes de los electrodomésticos, lo imagina tal que así. La firma ha entendido que el usuario puede saber lo que quiere, pero no tiene por qué saber explicarlo de forma técnica o hacerlo. De ahí que una de sus primeras implementaciones de IA haya sido en sus televisores a través de Vidaa OS, su sistema operativo.