Tipografías en la web: ¿Cuáles se usan hoy y por qué siguen siendo importantes?
En el cada vez más amplio mundo digital, la primera impresión puede marcar la diferencia entre dos sitios que ofrecen lo mismo. Es por ello que los detalles detrás del diseño cuentan, y mucho. Sin embargo, aún existen muchos sitios que parecen ignorar la importancia de uno de los elementos de diseño más relevantes, la fuente utilizada en un sitio web. Para explicar un poco mejor su relevancia, hay que empezar por entender por qué los mejores sitios (y los más novedosos) eligen meticulosamente una fuente que los haga diferenciarse de sus competidores.
En la actualidad, el comercio electrónico está revolucionando por completo a muchas de las industrias mundiales. De acuerdo a estudios, algunos de los mercados más sacudidos por el e-commerce son las apuestas o juegos de azar, los servicios de turismo, los servicios de entretenimiento audiovisual y el comercio minorista. Esto ha hecho que la oferta crezca y mucho, por lo que las plataformas se esfuerzan por resaltar lo que tienen para ofrecer.
Es más que normal ver cómo los mejores sitios de casino destacan los mejores bonos de casino, o que los servicios de streaming hagan resaltar su prueba gratuita de varios días. Y para hacerlo, utilizan fuentes que ya han demostrado que captan la atención de los usuarios. A continuación, te contamos cuáles son algunas de ellas y por qué es realmente importante considerar una buena fuente en tu sitio web.
Las fuentes que dominan la web en el mundo
De acuerdo a lo que se encuentra en los sitios web, existen dos grandes familias tipográficas que se suelen usar en las webs: Sans-serif y Serif. Las fuentes más populares en los sitios web son predominantemente sans-serif y se eligen por su legibilidad, versatilidad y compatibilidad entre distintos dispositivos. Aquí algunos detalles de ellas:
Las tipografías sans-serif son las más utilizadas, entre las que destacan las siguientes fuentes:
- Arial: una fuente segura para la web, presente en la mayoría de los dispositivos, y utilizada frecuentemente como opción de respaldo en muchos diseños web.
- Roboto: una fuente sans-serif neogrotesca diseñada por Google, muy popular por su simplicidad y legibilidad.
- Helvetica: ampliamente valorada por su neutralidad y claridad, aunque se utiliza más en aplicaciones profesionales y orientadas al diseño.
- Open Sans: una fuente sans-serif humanista optimizada para interfaces web y móviles, conocida por su claridad y su amplio soporte de idiomas.
- Montserrat: apreciada por su estética moderna pero clásica, se usa a menudo en titulares y elementos destacados de sitios web.
Estas tienen un diseño limpio, sin remates al final de las letras. Su simplicidad las hace legibles en pantallas de cualquier tamaño, algo que importa mucho dado el creciente aumento del uso de móviles.
Las Serif pese a tener remates, están lejos de desaparecer. Algunas de las más conocidas son:
- Times New Roman — Una fuente serif clásica y duradera, comúnmente utilizada por su profesionalismo y legibilidad, tanto en formato impreso como en línea.
- Playfair — Una fuente serif de alto contraste, utilizada frecuentemente en encabezados o textos destacados para transmitir una sensación de lujo.
- Garamond — Conocida por su elegancia atemporal y versatilidad, se utiliza ampliamente en libros y en diseños digitales sofisticados.
- Merriweather — Una fuente serif robusta y adaptada para la web, diseñada específicamente para ofrecer buena legibilidad en tamaños pequeños en línea.
Estas evocan tradición, elegancia y autoridad de conocimiento. También se asocian mucho con las marcas y con los diseños gráficos, pues tienen mucho más “estilo”, pese a ser menos legibles.
Más allá de la estética: La tipografía como estrategia
Cuando se hace correctamente, la elección de una fuente no es un simple capricho artístico. Se trata de una decisión fundamental en la experiencia del usuario, el mensaje que este recibe y de la imagen que evoca la página web hacia el usuario. Elegir un buen tamaño, legibilidad y con peso hace que el mensaje sea más claro, lo que significa que el usuario asocia la página web con una lectura agradable, menos pesada, pasando así más tiempo en el sitio.
Para cualquier usuario de internet, seguramente es fácil recordar la tipografía utilizada por sitios como Wikipedia, Facebook o YouTube. Esto también nos dice cómo una marca se construye por sobre el tipo de fuente que usa. En realidad, desde los colores hasta el tipo de fuente, pese a ser simples, son fragmentos de recuerdos que se obtienen de utilizar una página web. Y si dicha web tiene muchos años usando la misma tipografía, se vuelve en un elemento memorable e incluso una característica típica del sitio.
Entonces, ¿por qué la tipografía es una herramienta estratégica?
La importancia de la tipografía ya debería estar clara en este punto. Sin embargo, se pueden repasar o resumir a los siguientes hechos:
- Refuerza la identidad de las marcas: La consistencia tipográfica, sobre todo cuando se elige una bastante llamativa, puede construir una marca sólida y reconocible alrededor de las letras. Así como se identifica un logo o nombre, se pueden recordar las marcas por el tipo de letra que usan.
- Evoca confianza y profesionalismo: Un sitio con una tipografía cuidada y legible parece mejor elaborado, lo que transmite un mensaje de profesionalidad y fiabilidad. Por otra parte, un sitio mal diseñado puede parecer poco fiable, e incluso novato.
- Mejora la experiencia de uso y la accesibilidad: Una fuente clara y con un tamaño adecuado, asegura que cualquier persona pueda navegar por una web sin problemas, incluso aquellas que padecen ciertos tipos de discapacidades visuales. De tal manera, hacen las webs más inclusivas y expanden el target de la audiencia.
En conclusión, la fuente de un sitio web también es una forma de lenguaje no verbal dentro del diseño de la página. Puede marcar diferencias tangibles entre un sitio y otro, al mismo tiempo que ser representativo y generar una sensación de fidelidad dentro del usuario. Más que una bonita forma de lectura, es todo un concepto que cala en el subconsciente de la audiencia de cada sitio web del mundo.