El reconocimiento oportuno de señales de alerta y el acompañamiento cercano se han convertido en factores clave para prevenir suicidios, especialmente durante el cierre de año, periodo en el que se intensifican las crisis emocionales y los riesgos asociados a la salud mental.
Especialistas advierten que el final de un ciclo anual suele detonar procesos de autoevaluación personal que, en algunos casos, derivan en sentimientos de frustración, tristeza o percepción de fracaso. Estas emociones pueden verse agravadas por factores como la presión social, duelos no resueltos y el estrés financiero, incrementando cuadros de ansiedad, depresión y estrés.
En el estado de Oaxaca, alrededor del 30 por ciento de la población presenta algún problema de salud mental. Entre 2020 y 2024 se registraron mil 20 suicidios, siendo 2023 el año con mayor número de casos, una tendencia que subraya la urgencia de reforzar las acciones preventivas y la atención temprana.
Entre las principales señales de alerta se encuentran cambios notorios de ánimo o conducta, aislamiento social, pérdida de interés en actividades cotidianas, así como alteraciones persistentes en el sueño o el apetito. Ante estos indicios, especialistas recomiendan promover el diálogo en el entorno familiar y social, y buscar apoyo profesional de manera inmediata.
Contrario a creencias comunes, hablar del suicidio de forma responsable no incrementa el riesgo, por el contrario, preguntar, escuchar y validar el malestar emocional contribuye a disminuirlo y puede marcar una diferencia decisiva.
Para orientación y apoyo inmediato, la población cuenta con la Línea de la Vida 800 911 2000, un servicio gratuito y confidencial disponible las 24 horas, los 365 días del año.
