Nikola Jokic sólo se perderá unas pocas semanas, lo que sin duda es motivo de gran alivio para los Denver Nuggets.
El pívot superestrella fue diagnosticado con una hiperextensión de la rodilla izquierda, según informó el equipo el martes, añadiendo que el tres veces MVP será reevaluado en cuatro semanas.
Jokic también tiene una contusión ósea en la rodilla izquierda lastimada, según informaron fuentes.
Es un golpe evidente para los Nuggets, que ya cuentan con bajas importantes, pero no es una lesión que ponga fin a la temporada ni que requiera cirugía. Si Jokic se pierde un mes, eso significa que estará de baja durante aproximadamente 16 partidos, pero podría volver a jugar antes del Juego de Estrellas de la NBA en febrero.
Jokic, de 2.11 metros de altura (6-11), considerado por muchos como el mejor jugador del mundo en la actualidad, se lesionó a falta de unos tres segundos para el final de la primera mitad del partido que los Nuggets perdieron por 147-123 contra Miami el lunes por la noche.
Hasta el martes, Jokic ocupaba el quinto puesto en la NBA en anotación esta temporada con 29.6 puntos por partido, además de liderar la liga con promedios de 12.2 rebotes y 11 asistencias por encuentro. El único otro jugador en la historia de la NBA en promediar al menos 12 rebotes y 11 asistencias en una temporada completa fue Oscar Robertson con los Cincinnati Royals en la temporada 1961-62.
“Obviamente, es parte del juego”, dijo el base de los Nuggets, Jamal Murray, el lunes por la noche después del partido, antes de que el equipo supiera la gravedad de la lesión de Jokic. “Pero nunca queremos que suceda… El siguiente jugador debe dar un paso al frente. Tenemos que concentrarnos en lo que tenemos”.
Denver tiene cinco partidos restantes en una gira de siete partidos fuera de casa, que se reanuda el miércoles cuando los Nuggets visiten a los Toronto Raptors.
Jokic se encontraba solo debajo de la canasta y pareció dar un paso al frente para ayudar a Spencer Jones de los Nuggets a defender una penetración de Jaime Jaquez Jr. de Miami, justo cuando el segundo cuarto estaba a punto de terminar. Al retroceder, Jones pisó el pie izquierdo de Jokic y la rodilla del pívot pareció ceder ligeramente.
Jokic cayó al suelo, agarrándose la rodilla. Fue ayudado a levantarse y se dirigió al vestuario con una cojera evidente.
