Skip to content

Menos presión, más intención: así puedes empezar el año

Cuando inicia un nuevo año, pareciera que todo el mundo espera que tengamos las respuestas claras, las metas definidas y la energía al máximo desde el primer día, listas interminables de propósitos, cambios radicales y una presión silenciosa que nos dice que “ahora sí todo tiene que salir perfecto”.

Pero hoy quiero recordarte algo importante: comenzar el año sin presión también es un buen plan.

No tienes que tener todo resuelto en enero, no tienes que correr ni compararte está bien empezar despacio, escucharte y reconocer cómo te sientes realmente a veces, el acto más valiente no es exigirte más, sino darte permiso para bajar el ritmo.

Este inicio de año puede ser una oportunidad para hacer las cosas diferente, para priorizar tu bienestar emocional, para elegir con conciencia y para avanzar a tu propio paso, no se trata de hacer menos, sino de hacerlo con más calma y más intención.

Si hoy tu plan es descansar, ordenar ideas, sanar, soltar expectativas o simplemente respirar profundo, eso también es progreso, cada proceso es único y no todos florecen al mismo tiempo.

Recuerda que no hay una forma correcta de comenzar el año, solo hay tu forma y mientras sea honesta contigo, será suficiente.


Nota importante

Este contenido tiene un enfoque de bienestar y reflexión personal. No promovemos ninguna religión, creencia espiritual ni práctica específica.

Asimismo, es importante recordar que, si experimentas ansiedad, estrés prolongado o cualquier situación que afecte tu salud emocional o mental, es fundamental acudir con un especialista, como psicólogos o profesionales de la salud, quienes pueden brindarte acompañamiento adecuado y personalizado.

Cuidarte también implica pedir apoyo cuando lo necesitas 🤍