El Club América dio un paso histórico fuera de la cancha. Este martes 23 de diciembre, Grupo Ollamani, subsidiaria de Grupo Televisa y propietaria de las Águilas, anunció la venta del 49 por ciento del club, así como del Estadio Banorte y los terrenos adyacentes, al fondo de inversión estadounidense General Atlantic, en una operación que marca un antes y un después en la estructura del equipo más ganador de México.
La valuación total de la empresa —que incluye al conjunto azulcrema, el inmueble y el desarrollo inmobiliario— fue establecida en 490 millones de dólares, por lo que la inversión del fondo norteamericano ronda los 240 millones de dólares. A pesar de la entrada de capital extranjero, Grupo Ollamani conservará el 51 por ciento de la sociedad, y Emilio Azcárraga Jean continuará como presidente ejecutivo del Consejo de Administración y máximo responsable del proyecto deportivo e institucional.
A partir de esta operación, la entidad pasará a llamarse Grupo Águilas, con el objetivo de impulsar un crecimiento sostenible del club, fortalecer la explotación del estadio y desarrollar estratégicamente la plataforma inmobiliaria que rodea al inmueble, de cara a eventos de talla mundial como la Copa del Mundo 2026.
Como parte del anuncio, también se confirmó una alianza estratégica con Kraft Analytics Group, firma perteneciente a Kraft Group, propietarios de franquicias como los New England Patriots de la NFL y el New England Revolution de la MLS. Esta colaboración permitirá al América acceder a tecnología avanzada, análisis de datos y nuevas bases de información, con la intención de profundizar el vínculo con su afición, estimada en 45 millones de seguidores, 30 millones en México y 15 millones en Estados Unidos.
General Atlantic, con sede en Nueva York, no es ajeno al mercado mexicano. Desde que abrió oficinas en el país en 2015, ha invertido más de 3 mil millones de dólares en 14 empresas nacionales, y su llegada al América apunta a reforzar no solo la estructura financiera, sino también el potencial deportivo del club, con capital fresco destinado a infraestructura, desarrollo y posibles refuerzos.
Con este movimiento, el América no solo consolida su poder fuera del terreno de juego, sino que se coloca a la vanguardia del futbol mexicano en materia de inversión, innovación y proyección internacional, dando inicio a una nueva etapa en la historia de las Águilas.
