De cara al cierre de año, especialistas en educación financiera coinciden en que revisar y ordenar las finanzas personales se ha vuelto una tarea indispensable para iniciar enero con mayor estabilidad económica y evitar el sobreendeudamiento durante los primeros meses del año.
El balance de ingresos y gastos acumulados a lo largo del año permite identificar en qué se ha destinado el dinero, detectar gastos innecesarios y ajustar hábitos de consumo. De acuerdo con expertos, este ejercicio facilita tomar decisiones informadas y establecer prioridades financieras realistas para el nuevo ciclo.
Uno de los principales retos al comenzar el año es enfrentar compromisos económicos como pagos de servicios, colegiaturas, impuestos y deudas adquiridas durante la temporada decembrina. Por ello, planear los gastos desde enero resulta fundamental para distribuir de manera ordenada los recursos y evitar recurrir a créditos o préstamos que, a largo plazo, pueden generar presión financiera.
La elaboración de un presupuesto mensual es una de las recomendaciones más recurrentes. Este debe contemplar gastos fijos, variables y un apartado para el ahorro, aunque sea en cantidades pequeñas. Destinar una parte del ingreso al fondo de emergencias puede marcar la diferencia ante imprevistos y reducir la necesidad de endeudarse.
Asimismo, especialistas sugieren revisar el estado de las deudas existentes, priorizando el pago de aquellas con mayores tasas de interés, como tarjetas de crédito. Mantener un control puntual de estos compromisos contribuye a mejorar el historial crediticio y brinda mayor tranquilidad financiera.
Finalmente, cerrar el año con finanzas más ordenadas no solo impacta en el bolsillo, sino también en la salud emocional. Una planeación adecuada desde enero permite enfrentar el año con mayor certeza, reducir el estrés económico y construir una base más sólida para alcanzar metas personales y familiares a lo largo del 2026.