El 26 de diciembre es una jornada que invita a la memoria colectiva, ya que en ella se recuerdan hechos que dejaron huella a nivel global. Es un día para reflexionar sobre la fuerza de la naturaleza, la solidaridad entre los pueblos y la importancia de no olvidar los acontecimientos que cambiaron la historia reciente.
Uno de los sucesos más impactantes ocurrió en 2004, cuando un poderoso terremoto submarino provocó el tsunami en el Océano Índico. Olas gigantes arrasaron comunidades enteras en países como Indonesia, Tailandia, India y Sri Lanka, dejando miles de víctimas y una profunda cicatriz en millones de familias. La tragedia evidenció la vulnerabilidad de muchas regiones costeras y la urgencia de contar con sistemas de alerta temprana.
A partir de este desastre, el mundo también fue testigo de una enorme respuesta humanitaria. Organizaciones internacionales, gobiernos y ciudadanos se unieron para brindar ayuda, reconstruir zonas afectadas y apoyar a los sobrevivientes. Así, el 26 de diciembre no solo recuerda una catástrofe, sino también la capacidad humana de unirse frente a la adversidad.