Después de compartir la tradicional cena navideña, la diversión continúa en muchos hogares con la llegada de uno de los elementos más esperados por chicos y grandes: las piñatas. Las clásicas piñatas de cinco y siete picos se convierten en el centro de atención durante las celebraciones de Nochebuena, llenando de risas y alegría las reuniones familiares.
De acuerdo con comerciantes locales, estas piñatas representan una tradición que se mantiene viva año con año, no solo como un juego, sino como parte del simbolismo y la convivencia navideña. Dulces, frutas y pequeños regalos son parte del contenido que anima a los participantes.
Familias campechanas destacan que romper la piñata después de la cena es un momento especial que fortalece la unión y el ambiente festivo, manteniendo vivas las costumbres que dan identidad a las celebraciones decembrinas.