Derivado de las recientes controversias que han puesto en el centro del debate el desempeño de representantes populares, el tema de medir la productividad de las y los legisladores volvió a cobrar fuerza en la agenda pública. La discusión se avivó luego de que circularan imágenes y testimonios que exhiben a algunos senadores y senadoras distraídos durante sesiones o comparecencias oficiales, ya sea observando partidos de futbol, practicando pádel en horarios laborales o incluso durmiendo en el recinto.
Estos episodios generaron una ola de reacciones en redes sociales y espacios de opinión, donde la ciudadanía cuestionó no solo la conducta individual de los legisladores involucrados, sino también la falta de mecanismos claros para evaluar su desempeño. Para muchos, la ausencia de indicadores objetivos de productividad contrasta con las exigencias que enfrentan otros trabajadores del sector público y privado.
En este contexto, diversas voces ciudadanas comenzaron a plantear la factibilidad de regular o incluso sancionar a quienes no cumplan con sus funciones legislativas de manera adecuada. Las propuestas van desde establecer métricas que midan asistencia, participación en debates, iniciativas presentadas y dictámenes aprobados, hasta aplicar descuentos salariales o sanciones administrativas en casos de incumplimiento reiterado.
Analistas señalan que, si bien el trabajo legislativo no puede reducirse únicamente a cifras, sí es posible construir indicadores que permitan una evaluación más transparente y accesible para la población. Subrayan que la rendición de cuentas podría fortalecer la confianza ciudadana en el Congreso y contribuir a dignificar la labor parlamentaria.
Hasta el momento, no existe una postura oficial unificada en el Senado sobre la implementación de un sistema formal de medición de productividad; sin embargo, el tema ya abrió un debate que difícilmente podrá ser ignorado. Para la ciudadanía, la exigencia es clara: que quienes ocupan un escaño cumplan con su responsabilidad y que existan consecuencias cuando no lo hacen.
