La noticia sacudió al mundo del boxeo y, de rebote, volvió a colocar a Saúl “Canelo” Álvarez en el centro de la conversación internacional. A sus 38 años y con un récord invicto de 42-0, Terence Crawford anunció su retiro del boxeo profesional, poniendo punto final a una carrera histórica justo después de vencer al tapatío en la pelea más importante de su trayectoria.
El triunfo ante Canelo fue el más significativo para el estadounidense y, según sus propias palabras, el cierre perfecto. “No me retiro porque ya no pueda pelear, sino porque gané otra batalla: la de irme cuando yo lo decido”, expresó Crawford, dejando vacante el trono de los supermedianos y abriendo un nuevo escenario en la división.
Con este movimiento, The Ring Magazine actualizó su ranking y colocó a Canelo Álvarez como el número uno de las 168 libras, heredando el sitio que ocupaba Crawford. Un reconocimiento simbólico, sí, pero que reafirma el peso histórico y deportivo del mexicano dentro de la élite mundial, aun después de haber perdido sus cinturones.
La salida de Crawford deja vacantes los campeonatos AMB, FIB y OMB, títulos que ahora se convierten en el gran objetivo del tapatío para recuperar su estatus como campeón indiscutido. El panorama en los supermedianos queda completamente abierto y todos los reflectores vuelven a apuntar hacia Guadalajara.
Actualmente, Canelo Álvarez se encuentra en proceso de recuperación tras haber sido intervenido quirúrgicamente por una fractura en la mano, una lesión que obligó a frenar momentáneamente su actividad arriba del ring. No existe aún una fecha definida para su regreso, aunque históricamente el mexicano suele reaparecer en mayo o septiembre, ventanas que se mantienen como las más probables para su retorno.
Más allá de los rankings, la realidad es clara: el retiro de Crawford no cierra la historia de Canelo, la reinicia. Con los títulos vacantes, una división sin dueño y la expectativa intacta, el tapatío vuelve a tener frente a él la posibilidad de escribir otro capítulo grande en su legado y recuperar, con los puños, lo que solo se gana arriba del ring.
