Don Felipe Antonio García Paz, tiene más de 30 años de participar en el certamen de la Noche de Rábanos, y durante este tiempo, ha buscado preservar la tradición que le fue heredada de su padre y sus abuelos.
En este año, solo partidos apoyando a su hijo y su yerno, quienes serán los encargados de continuar con esta práctica que maravilla a los propios oaxaqueños, además de los turistas nacionales y extranjeros.
Dijo que las piezas se elaboran de manera tradicional, respetando las reglas para que el trabajo final esté apegado a lo que se hacía desde que nació este concurso.
Comentó que la creatividad e ingenio de cada artesano se pone de manifiesto en esta celebración, en donde se concursa en las categorías de rábano tradicional, pero también entran los que elaboran piezas con flor inmortal y totomoxtle.
Señaló que todos los participantes ponen su empeño en los trabajos en donde elaboraban pasajes de la vida de los oaxaqueños, fiestas patronales, celebraciones diversas o escenarios que se tienen en la entidad con el toque que cada uno le imprime a sus piezas.
Por ello, invitó a la sociedad en general a participar y observar lo que se muestra, a admirar el talento de los artesanos cuyas piezas podrían ser expuestas en algún museo.
