Según reportes de fuentes periodísticas, inversionistas mexicanos han desempeñado un papel clave en el impulso del mercado inmobiliario en España, convirtiéndose en los principales aportantes de capital latinoamericano al sector. En 2024, México lideró la inversión con un flujo de más de 33 900 millones de euros, representando más de la mitad del capital extranjero proveniente de América Latina en el país europeo. 
Este movimiento de inversión ha tenido presencia tanto en zonas de alto lujo como en barrios emergentes de ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga, y va más allá de la simple compra de vivienda: ahora incluye proyectos empresariales y desarrollos urbanos de largo plazo. Analistas señalan que la estabilidad del mercado español, las tasas de financiamiento más bajas y la estrategia de diversificación de activos mexicanos han convertido a España en un destino estratégico para colocar capital mexicano en bienes raíces.