Un camino de apenas cuatro kilómetros se ha convertido en un sinónimo de sufrimiento para los habitantes que deben transitarlo para llegar al panteón de la comunidad de Viva México.
Lorena Nájera Cárdenas, representante del ejido “Viva México”, relató lo difícil y frustrante llevar a enterrar a sus difuntos sobre este camino.
“Algunos han tenido que esperar hasta que el camino se seque, lo que es inaceptable. A veces hay que cargar el ataúd todo el camino, pues es intransitable, la gente se viene cayendo”.
Lorena Nájera Cárdenas, representante del ejido “Viva México”.
Además del dolor que conlleva la pérdida de un ser querido, las familias tienen que sufrir durante 4 kilómetros para darle sepultura a su familiar.
Carlos Alberto Hernández, tesorero del comisariado ejidal, relató que es la frustración de una comunidad que lleva más de 20 años en el abandono, esperando la atención necesaria por parte de las autoridades municipales.
“El camino está en condiciones deplorables, intransitable en temporada de lluvias. Hasta hace poco, tuvimos que cargar a nuestros muertos en hombros”.
La paradoja que enfrentan los habitantes es que deben sufrir para enterrar a sus seres queridos, y al mismo tiempo, ese mismo camino esta acaba con sus cosechas. En un lugar donde se cultivan mango, limón, ajonjolí y maíz, la falta de acceso a las parcelas agrava aún más la situación.
“Hemos hecho peticiones y no nos han escuchado, desde hace 27 años ningún presidente no ha ayudado”.
Jorge Vázquez / Representante 8 mayo.
La comunidad ha intentado acercarse a las autoridades en múltiples ocasiones, pero las promesas han quedado en el aire.
“Lo que pedimos no es una limosna, es un derecho que tenemos como ciudadanos. Necesitamos que se vea un avance, aunque sea del 50%”.