El sector de bares y restaurantes de Guanajuato manifestó su preocupación ante la propuesta del gobierno estatal de aplicar un impuesto del 4.5 por ciento a las bebidas alcohólicas vendidas al copeo. Representantes del gremio advirtieron que esta medida podría afectar de forma severa a los pequeños establecimientos, muchos de los cuales aún enfrentan dificultades financieras tras los efectos de la pandemia.
Empresarios del ramo hicieron un llamado al Congreso del Estado para frenar la iniciativa, al considerar que el nuevo impuesto reduciría su competitividad frente a licorerías y expendios de cerveza. Señalaron que, en la práctica, los negocios suelen absorber este tipo de cargas fiscales para no perder clientela, lo que presiona aún más sus márgenes de operación.
Javier Quiroga López, presidente de la Red Estatal de Restaurantes, Bares y Cantinas, recordó que una propuesta similar se presentó al inicio de la administración anterior y fue rechazada tras el diálogo con el Poder Legislativo. Subrayó que las bebidas alcohólicas ya enfrentan altos impuestos federales y que un nuevo cobro estatal pondría en riesgo la permanencia de negocios que no lograron una recuperación total tras los cierres obligatorios de 2020.
A esta preocupación se sumó el sector comercial organizado. Francisco Javier González Mijes, vicepresidente de FECANACO, advirtió que el aumento de impuestos estatales, como el refrendo vehicular, también impacta de forma negativa al comercio establecido. Indicó que las micro y pequeñas empresas enfrentan un panorama complejo por la acumulación de cargas fiscales, la inseguridad y la competencia desleal de la informalidad, factores que amenazan la continuidad de numerosos negocios en la entidad.
