Conmemoron los 71 años del Museo Regional de la Cerámica con jornada artística y nueva exposición
* Celebran conversatorio y concierto por el aniversario del recinto en Tlaquepaque
* Abren hoy muestra que explora la transformación del cuerpo y la materia
El Museo Regional de la Cerámica celebró su 71 aniversario con una doble jornada cultural que reunió a artesanos, investigadores y público en general en su sede de Independencia 237, en el Centro de Tlaquepaque.
El recinto, uno de los más emblemáticos del arte popular jalisciense y perteneciente al OPD Museos, Exposiciones y Galerías (MEG) de la Secretaría de Cultura, conmemoró más de siete décadas de historia con un conversatorio y un concierto que reafirmaron su papel como guardián del patrimonio alfarero del estado.
En la primera actividad, la maestra artesana Teresa Durán encabezó el conversatorio “Manos de Tierra”, donde revisó una trayectoria marcada por colaboraciones con figuras como Jorge Wilmot, Rafael Zamarripa y Luis Valsoto, además de la realización de murales monumentales, entre ellos los del Tren Ligero de Guadalajara.
El diálogo, realizado la tarde del sábado, profundizó en los procesos creativos de la artista y en su aportación a la cerámica contemporánea. La celebración continuó con la presentación del grupo “Los Pitayeros”, que ofreció un concierto festivo que llenó de música el patio del museo.
Como parte del mismo aniversario, el domingo se inauguró la exposición “Transfiguraciones. La piel de tierra que vamos mudando”, de Andrés Alfonso Magaña, con museografía de Jorge Ortega Canizalez.
La muestra, integrada por grabado, cartonería y video documental, propone una reflexión sobre los ciclos de transformación del cuerpo, la materia y la identidad desde una poética vinculada a la cerámica.
Su recorrido está planteado como un tránsito sensorial —de la tridimensión escultórica al trazo impreso y luego a la imagen en movimiento— y estará disponible hasta el 22 de marzo de 2026.
Fundado el 6 de diciembre de 1954 por el entonces gobernador Agustín Yáñez, el museo ocupa una casona del siglo XVIII que perteneció a las familias Corcuera y Martínez Negrete, y resguarda una de las colecciones de alfarería más importantes del país, con piezas que datan del siglo XVII al XX.
Su plan museológico fue diseñado por Daniel Rubín y su museografía original por Isabel Marín de Paleen.
A lo largo de su historia fue sede de un festival de música barroca y virreinal, así como la primera sede del Premio Nacional de la Cerámica hasta 1996.
Sus siete salas muestran la diversidad técnica y estilística de la región y conviven con obras de artesanos y artistas como Galván, Medrano, Carranza, Bernabe, Álvarez, Pajarito, Cortez, los Edwards, Wilmott, Durán, Zimmel, además del vidrio soplado de Ávalos y una colección de arcones virreinales.
Bajo la administración del MEG Jalisco, el recinto avanza con el objetivo de fortalecer la apropiación social de las artes populares mediante talleres, conversatorios, conciertos y exposiciones temporales, manteniendo su vocación de casa viva del patrimonio jalisciense.
