A cuatro años del trágico accidente del 9 de diciembre de 2021 —cuando un tráiler que transportaba a más de 150 migrantes volcó en la carretera Tuxtla–Chiapa de Corzo— familiares, habitantes de la zona y la Iglesia católica se reunieron nuevamente para honrar la memoria de las más de 50 personas fallecidas. El siniestro, considerado uno de los episodios más dolorosos para la entidad, dejó además decenas de heridos, en su mayoría migrantes guatemaltecos, aunque también viajaban personas originarias de República Dominicana, Honduras, Ecuador y México.
Para recordar a las víctimas en este cuarto aniversario, monseñor José Francisco González González, arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, ofició una misa en el mismo punto donde ocurrió el accidente. En ese lugar se construyó una pequeña capilla y un mural en memoria de quienes perdieron la vida. El jerarca eclesiástico destacó la profunda devoción de las familias que año con año acuden al sitio para rezar y mantener viva la memoria de los migrantes fallecidos, cuyo recuerdo —afirma— “sigue siendo un llamado a la solidaridad y a la compasión”.
Las familias que auxiliaron a los heridos aquel día volvieron a portar cruces con los nombres de las víctimas, un gesto simbólico que han mantenido desde 2021. Según relataron, cada hogar adoptó el nombre de uno de los migrantes, elaboró una cruz y se comprometió a orar por él en cada aniversario.
El arzobispo, también reflexionó sobre la situación migratoria actual en Chiapas. Señaló que, aunque el flujo ha disminuido por cambios en las políticas migratorias, muchos migrantes buscan ahora permanecer en México para acceder a mejores condiciones de vida.