El artista plástico chiapaneco Gabriel Pozo Ruiz, con diez años de trayectoria, compartió su visión sobre el desarrollo del arte en la entidad y el camino que lo llevó a dedicarse por completo a la creación. Originario de Tuxtla Gutiérrez pero con una adolescencia marcada en la colonia Francisco Sarabia, en Chiapa de Corzo, señaló que su interés por la pintura nació desde joven y persistió aun cuando la vida práctica lo empujaba a buscar “un trabajo real”.
Pozo ha logrado llevar su obra dentro y fuera del país, con piezas en Estados Unidos, Centroamérica y Sudamérica, así como murales en Guatemala, Oaxaca y Chiapas. Relató que su estancia de tres meses en Oaxaca, uno de los estados con mayor tradición artística en México, fue un parteaguas en su visión del arte, pues pudo exponer, pintar muros y conectar con la comunidad cultural sin conocer previamente a nadie. Esta experiencia, afirma, le reveló el valor del trabajo colectivo y la importancia de sacar el arte de los museos para acercarlo a la gente.
El artista destacó que Chiapas tiene un vasto potencial cultural y natural aún subvalorado, y llamó a que instituciones, funcionarios y creadores vuelvan la mirada hacia la capital y la zona sur del estado, donde —afirma— existen artistas con gran talento que requieren mayor difusión. Como parte de ese esfuerzo, presentó la exposición “Trazos y Matices”, realizada en conjunto con la artista Mextli Molina, en la que él aborda la riqueza cultural de los pueblos zoques y chiapacorceños mientras que su colega representa paisajes de Tuxtla.
Para cerrar el año, Pozo anunció dos actividades: una exposición el 9 de diciembre en el Congreso del Estado y una muestra individual el 27 de diciembre, concebida como una “posada artística” con música, performance y un conversatorio sobre los desafíos del arte en Chiapas. Además, durante los días previos, el público podrá intervenir un lienzo colectivo en un restaurante de Tuxtla Gutiérrez, con el fin de involucrar a la ciudadanía en el proceso creativo.