El calendario astronómico de 2025 cerrará con un evento destacado: la última luna llena del año, que además será una superluna excepcionalmente alta en el cielo del hemisferio norte, una configuración que no volverá a repetirse hasta 2042. Esta fase lunar ocurrirá el 4 de diciembre a las 23:14 GMT, aunque el disco se apreciará prácticamente lleno desde la noche anterior y hasta la siguiente, debido a su posición respecto al Sol.
Conocida tradicionalmente como Luna Fría en la cultura Mohawk, esta luna llena también recibe nombres como Luna de la Noche Larga, Luna Antes de Yule, Luna de Navidad o Luna de Roble. En el hemisferio sur, donde coincide con el verano, se le conoce como Luna de Fresa, Luna de Rosa o Luna de Miel.
La peculiaridad de esta superluna radica en su altura inusual: alcanzará una declinación de +28 grados, situándose en el punto más elevado de su trayectoria nocturna. Esto ocurre porque coincide con la luna llena más cercana al solsticio de invierno y forma parte del ciclo conocido como standstill mayor, un fenómeno que sucede cada 18.6 años cuando la órbita lunar alcanza posiciones extremas debido a dos inclinaciones combinadas: los 5.1 grados de su órbita respecto a la eclíptica y los 23.4 grados de la eclíptica respecto al ecuador celeste.
Como resultado, en el hemisferio norte la superluna se mantendrá visible durante casi toda la noche, con escasas obstrucciones incluso en zonas urbanas o montañosas. En contraste, en el hemisferio sur aparecerá muy baja en el horizonte, lo que podría darle tonos amarillos o rojizos y hacer que parezca más grande por efecto de la ilusión lunar. La próxima superluna después de este evento llegará el 3 de enero de 2026.
