Un brutal caso de violencia machista conmocionó a San Pablo y a todo Brasil. Taynara Souza Santos, madre de dos hijos, fue atropellada y arrastrada más de 1.41 km por su expareja, Douglas Alves da Silva, en la madrugada del sábado, cerca de las 6 de la mañana, mientras salía de un bar en el barrio Parque Novo Mundo.
Testigos aseguraron que Douglas embistió a Taynara intencionalmente, acelerando hacia ella y tirando del freno de mano para aumentar el daño. El cuerpo de la víctima solo se desprendió del vehículo cuando el agresor se detuvo en una estación de servicio. Imágenes del ataque se viralizaron en redes sociales y fueron entregadas a la policía.
Debido a la gravedad de las lesiones, los médicos amputaron ambas piernas de Taynara y la mantienen en coma inducido en el Hospital Municipal Vereador José Storopolli. Su estado es grave, pero estable, y deberá someterse a otra cirugía de cadera.
Douglas Alves da Silva, de 26 años, fue detenido el domingo por la noche en un hotel de Vila Prudente. Durante su arresto, se resistió y enfrentó a tiros a los policías, resultando herido en un brazo antes de ser capturado.
Este caso se enmarca en un contexto alarmante: entre enero y octubre de 2025, San Pablo registró 53 feminicidios, superando el récord anterior de 51 en 2024. En todo el estado, los feminicidios aumentaron un 8% respecto al mismo período del año pasado. La ley brasileña considera femicidio cuando hay violencia doméstica o desprecio por la condición de mujer, con penas de 12 a 30 años de prisión.
Expertos señalan que, aunque los casos de violencia contra las mujeres están en aumento, las autoridades están mejor preparadas para clasificar y atender estos crímenes desde una perspectiva de género. Este caso vuelve a poner en evidencia la urgencia de medidas para proteger a las mujeres frente a la violencia extrema.