El 30 de noviembre arrancaron las elecciones generales en Honduras, y según los conteos preliminares el candidato conservador Nasry Asfura lidera la votación, aunque con denuncias de irregularidades electorales y sospechas de fraude por parte de sectores opositores. 
La incertidumbre generada por esos señalamientos ha generado tensión social y cuestionamientos nacionales e internacionales sobre la transparencia del proceso. Analistas advierten sobre posibles protestas o impugnaciones, dependiendo del resultado oficial.
