Los Bengals encontraron un respiro en el momento más crítico de su temporada gracias al retorno de Joe Burrow, quien reapareció en el duelo de Thanksgiving y lideró un triunfo 32-14 sobre los Baltimore Ravens. Su presencia volvió a encender a un equipo que venía a la baja y que, con esta victoria, frenó el impulso del conjunto de John Harbaugh y modificó el equilibrio dentro de la AFC Norte.
Cincinnati afrontaba el encuentro prácticamente sin margen de error, consciente de que cualquier tropiezo podía dejarlo fuera de la contienda. Con un 4-8 que complica su panorama, los Bengals mantienen todavía una posibilidad —remota, pero vigente— de aspirar a un boleto como comodín si cierran con paso perfecto y reciben ayuda de otros resultados para acercarse a un hipotético 9-8.
Tras un arranque titubeante producto de la inactividad, Burrow recuperó sensaciones y terminó firmando una actuación convincente: 261 yardas, dos envíos a las diagonales y, sobre todo, la confirmación de que su química con Ja’Marr Chase sigue siendo el motor ofensivo del equipo. Del lado contrario, Baltimore se desplomó entre entregas de balón de Lamar Jackson y errores en serie que Cincinnati capitalizó sin contemplaciones. Con conexiones importantes hacia Tanner Hudson y Andrei Iosivas, además de una intercepción clave que preparó otro gol de campo, los Bengals sellaron un triunfo que devuelve estabilidad a Zac Taylor y mantiene con vida un proyecto que aún sueña con postemporada.