Jassiel Valdelamar | El Financiero
La Secretaría de Economía endurecerá los requisitos para la importación de productos siderúrgicos, al mismo tiempo que afinará los mecanismos de verificación para evitar la triangulación y el uso de documentación apócrifa que afecta la trazabilidad del acero en México, de acuerdo con un anteproyecto publicado en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer).
Las modificaciones, impulsadas a partir del esquema de Avisos Automáticos de Importación de Productos Siderúrgicos (AAIPS) y del nuevo Registro de Importadores de Productos Siderúrgicos (RIPS), buscan cerrar los huecos que han sido aprovechados por operadores para declarar orígenes distintos al real del acero y eludir medidas arancelarias de la Sección 232 de EU.
Economía establecerá que los certificados de molino y/o de calidad solo serán válidos si cuentan con firma autógrafa real y sello físico, descartando cualquier adición digital. Además, se precisará sin margen de interpretación, que el país de origen del acero (ligado al concepto “fundido y colado”) debe coincidir de forma exacta con lo declarado por el importador en el Aviso Automático de Importación.
El anteproyecto confirma la aplicación de sanciones de hasta cinco años, que impedirá a importadores, sus socios y representantes legales obtener nuevas autorizaciones si presentan información falsa, alterada o inconsistente.
El Registro de Importadores de Productos Siderúrgicos (RIPS) también se endurece, ya que los requisitos para obtenerlo y conservarlo serán más amplios.
Sobre los AAIPS, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) destacó que es una herramienta que reconoce el comercio legítimo y “nos alinea a los intereses regionales de monitoreo para evitar la triangulación”, en un contexto de una menor demanda y aumento en la sobrecapacidad de producción.
