Un incendio devastador arrasó en un edificio de departamentos en Hong Kong dejando al menos 13 personas fallecidas, según los primeros reportes. Las llamas se propagaron rápidamente por varios pisos del complejo residencial durante la madrugada, atrapando a residentes mientras intentaban huir. El humo denso y la falta de salidas accesibles complicaron la evacuación, lo que incrementó el número de víctimas y generó escenas de pánico absoluto.
Algunos sobrevivientes relataron que apenas alcanzaron a percibir el olor a quemado antes de que las llamas alcanzaran su piso; otros prefirieron saltar por ventanas para escapar del fuego. Bomberos y equipos de emergencia llegaron al lugar después de minutos cruciales, pero la intensidad del incendio y los accesos complicados dificultaron las labores de rescate. Los daños materiales son graves: decenas de departamentos quedaron destruidos, fachada y estructura comprometidas y familias enteras quedaron sin hogar.
Este suceso vuelve a encender alertas sobre la seguridad en edificaciones antiguas o mal mantenidas en zonas densamente pobladas. Las autoridades de Hong Kong anunciaron una investigación exhaustiva para determinar las causas del incendio —posibles fallas eléctricas o negligencia en mantenimiento—, pero mientras tanto miles de familias viven con miedo y la comunidad exige mayor regulación y medidas preventivas más estrictas.
