Cada 25 de noviembre, el mundo se une para recordar una realidad que aún duele: la violencia contra la mujer sigue presente en todos los ámbitos de la sociedad. Esta fecha, declarada como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, busca despertar conciencia y hacer visible un problema que, aunque muchas veces se intenta minimizar, afecta a millones de mujeres en silencio y sin protección.
Este día no solo invita a reflexionar, sino también a reconocer la importancia de actuar, desde los gobiernos hasta las comunidades. A lo largo de los años, diversos países han impulsado campañas educativas, protocolos de atención y leyes más firmes para proteger a las víctimas. Sin embargo, la violencia de género no se detiene únicamente con normas: también requiere compromiso social y una transformación cultural que cuestione estereotipos, normalizaciones y conductas que sostienen la desigualdad.
Además, es una oportunidad para honrar a quienes han levantado la voz y luchan diariamente por espacios seguros, libres y justos para todas las mujeres. Organizaciones, activistas, colectivas y familias se unen en este día para exigir justicia, prevenir nuevas violencias y recordar que cada paso hacia la igualdad es un paso hacia un futuro donde ninguna mujer tenga que vivir con miedo.