El tan esperado reality La Granja VIP, estrenado por TV Azteca, se ha convertido en un hervidero de conflictos personales, traiciones y estrategias mediáticas. Entre los nombres más comentados está Toni Ramírez, quien ha sido señalado por otros participantes como manipulador y por buscar protagonismo a toda costa.
Algunos concursantes han acusado a Toni de jugar doble cara: aparenta ser amigo y confiable, pero en cámara habría formado alianzas secretas que han sorprendido al resto. Se rumora que ha intercambiado confidencias con varios participantes solo para luego desmentir vínculos públicamente, lo que ha generado resentimientos y una alianza de varios para enfrentarlo.
Además, han salido a la luz los celos profesionales dentro del encierro: Toni parece competir no solo por ganar el reality sino por convertirse en el “rostro favorito” en redes. Hay quienes aseguran que filtra contenido jugoso a sus contactos mediáticos para mantener su relevancia fuera de la pantalla. Esa estrategia ha molestado especialmente a otros famosos que creen que la convivencia no es solo por entretenimiento, sino una plataforma para catapultar carreras.
A esto se suma la presencia de Adal Ramones como conductor, lo que ha elevado las expectativas y la tensión, porque su estilo irreverente y directo provoca que nadie se relaje. Muchas noches se han vivido momentos de confrontación en vivo: discusiones por tareas mal hechas, ataques personales y acusaciones de falta de lealtad. Si La Granja VIP sigue por este camino, sin duda será uno de los realities más explosivos del año en México.