Fátima Bosch es originaria de Santiago de Teapa, Tabasco, México.  Estudió Diseño de Moda y Vestimenta, lo que le ha dado una visión muy personal sobre el poder del vestuario y la identidad. 
Desde joven ha enfrentado retos: habla abiertamente sobre tener dislexia, TDAH e hiperactividad, lo que la ha motivado a ayudar a otros, especialmente a niños que han pasado por situaciones similares. 
Antes de dedicarse al modelaje y los certámenes, tenía poca afinidad por los concursos de belleza, pero su perspectiva cambió cuando conoció al director de Miss Universo México, con quien coincidió en que el certamen debía dar voz a mujeres con propósito y mensaje. 
Además de su participación en Miss Universo, Fátima realiza trabajo voluntario: colabora en causas relacionadas con la salud mental, el medio ambiente y en apoyar a niños enfermos. 
Su perfil ha resonado a nivel internacional no solo por su belleza, sino por su postura firme, su autenticidad y su impulso para redefinir lo que significa ser una “reina de belleza”.
