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INAH y Unesco acuerdan nuevas rutas de gestión para 2025-2026

Con un llamado a consolidar una gestión patrimonial más dinámica, comunitaria y orientada al desarrollo sostenible, concluyó en esta localidad oaxaqueña el Taller para la Actualización y Capacitación de los Planes de Gestión, Conservación, Sostenibilidad y Salvaguardia de las Zonas Arqueológicas Mexicanas del Patrimonio Mundial, organizado por la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco).

En la clausura del evento, el secretario técnico del INAH, José Luis Perea González, subrayó que este encuentro “hacía falta desde hace años: un espacio de aprendizaje mutuo que superó todas las expectativas”.

Destacó que las dos jornadas de las que estuvo compuesto permitieron reconocer que los planes de gestión de sitios arqueológicos deben asumirse como documentos vivos, abiertos a la participación de comunidades, municipios, gobiernos estatales y actores locales.

“La sostenibilidad es un principio transversal: ambiental, social y comunitario. La gestión patrimonial ya no puede verse hacia adentro, debe abrirse a quienes dan vida a estos sitios”, apuntó.

También resaltó la experiencia de las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla, cuyo modelo comunitario “ofrece una ruta sólida de conservación cultural y natural, respaldada por una asociación coadyuvante ejemplar”.

Durante la ceremonia, Perea entregó, a nombre del director general del INAH, Joel Omar Vázquez Herrera, una copia del certificado Unesco que reconoce la inscripción, desde 2010, de las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla en la Lista del Patrimonio Mundial, misma que fue recibida por el presidente municipal de Tlacolula de Matamoros, René Sánchez Chagoya.

En su intervención, el coordinador de Cultura en la Oficina de la Unesco en México, Carlos Tejada, coincidió en que este intercambio “era algo largamente anhelado” y expresó la intención de institucionalizar estos encuentros. Explicó que su organización trabaja para adaptar marcos y herramientas globales a los contextos locales y celebró el trabajo conjunto con el INAH, especialmente en materia de evaluaciones de impacto cultural, turismo sostenible y prevención del tráfico ilícito de bienes culturales.

El titular del Centro INAH Oaxaca, José Manuel Bañuelos Ledesma, subrayó que este taller permitió “unificar criterios, socializar información y fortalecer estrategias compartidas en las zonas arqueológicas Patrimonio Mundial del país”.

A su vez, el director de Patrimonio Mundial del INAH, Francisco Vidargas, celebró que este reencuentro presencial recupere el diálogo técnico y humano entre gestores. Hizo énfasis en la urgencia de trabajar en indicadores de conservación, gestión de riesgos, cargas turísticas y cambio climático, en coordinación con las oficinas regionales de la Unesco en Zacatecas y la Ciudad de México, así como con la ubicada en Montevideo, Uruguay.

Desde la experiencia local, José Huchim Herrera, responsable de la Zona Arqueológica de Uxmal, llamó a profundizar en la participación comunitaria. “La identidad de los pueblos es la base del patrimonio; debemos ser sensibles y hacer autocrítica para fortalecer nuestros planes de manejo”, señaló.

La clausura concluyó con el acuerdo de dar continuidad a este ejercicio en 2026, con el apoyo del Instituto Regional del Patrimonio Mundial de Zacatecas, representado por su titular Carlos Augusto Torres, para avanzar en una ruta metodológica común.

“Trabajo, amistad, convivencia y compromiso: eso nos llevamos de estos días en Oaxaca”, resumió José Luis Perea.