La NASA acaba de compartir algo que emociona a astrónomos y curiosos por igual: las primeras imágenes del cometa 3I/ATLAS, un viajero que no nació en nuestro sistema solar y que está dejando pistas únicas sobre cómo se forman otros mundos.
Las fotografías fueron tomadas en octubre desde Marte, gracias a la poderosa cámara HiRISE del orbitador de la agencia espacial.
Desde allí, a unos 30 millones de kilómetros del cometa, se logró capturar una tenue y misteriosa mancha desplazándose en el espacio profundo.
Aunque parezca simple, esa “manchita” es un pedazo de otro rincón del universo que acaba de pasar por nuestro vecindario cósmico.
El róver Perseverance, también en Marte, logró obtener dos imágenes adicionales donde se aprecia al cometa moviéndose entre las estrellas, aunque de forma muy difusa. Pero incluso estas tomas borrosas son valiosas: revelan diferencias claras con los cometas que sí pertenecen al sistema solar.
“Este cometa vino de un entorno distinto al nuestro y ya estamos viendo características muy interesantes”, explicó Nicky Fox, administradora asociada de la NASA, durante una conferencia.
Además, aclaró que el 3I/ATLAS no representó ningún peligro para la Tierra, pues pasó a más del doble de la distancia entre nuestro planeta y el Sol.
El 3I/ATLAS es apenas el tercer objeto interestelar detectado por la humanidad. El primero fue el cometa 1I/Oumuamua, en 2017, seguido del 2I/Borisov, en 2019. Aunque todavía son descubrimientos excepcionales, la NASA asegura que cada vez serán más comunes, gracias a la mejora de las tecnologías que permiten identificarlos.
Este cometa fue descubierto el 1 de julio desde Chile, y aunque al principio se creía que sería demasiado tenue para verlo, su brillo aumentó lo suficiente para que hoy podamos observarlo… y maravillarnos.
Cada nueva imagen es un recordatorio: el sistema solar no está aislado. De vez en cuando, visitantes de otros lugares llegan para contarnos historias que viajaron millones de años luz.
