La jefa de Gobierno de Ciudad de México ha asegurado que nunca dio una orden de reprimir la autodenominada marcha de la generación Z del pasado sábado, pero ha reconocido este lunes los actos violentos de ciertos agentes de policía. “He instruído que se realice una investigación exhaustiva sobre la actuación de algunos policías, de algunos elementos que pudieron cometer abusos sobre personas manifestantes. Nunca fue la intención, ni una orden”, ha informado Clara Brugada en rueda de prensa.
El Gobierno capitalino hizo un despliegue de 800 agentes para acompañar la marcha de 17.000 personas abanderadas bajo las quejas de los jóvenes contra la violencia y la corrupción política, que fue respaldada por actores de la oposición. Los policías solo portaban su equipo de protección personal para atender la protesta, es decir, solo llevaban consigo los escudos, las rodilleras, el casco y unos extintores para socavar cualquier incendio derivado de la manifestación. “No hubo balas de goma, ni toletes, ni cañones de agua, ni otro tipo de herramientas”, ha insistido Brugada. “Jamas daré una orden de represión ante cualquier expresion o manifestación pública, eso lo digo tajantemente”, ha sentenciado.
Sin embargo, el secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Pablo Vásquez, ha detallado que se han analizado las imágenes y videos disponibles de los choques entre policía y manifestantes cuando la marcha llegó al Zócalo. En consecuencia, han identificado 18 “incidentes potencialmente constitutivos de violaciones al protocolo de actuación policial y otras disposiciones legales”, por parte de agentes de la policía, que incluyen uso excesivo de la fuerza. “Se iniciaron el mismo numero de investigaciones administrativas internas para realizar las entrevistas con los uniformados y continuar con las indagatorias”, ha informado el secretario, y ha añadido que siete policías han sido suspendidos mientras se realizan las investigaciones, que incluyen agresiones a periodistas que cubrían el evento. Durante la marcha, hubo 60 policías lesionados y 40 tuvieron que ser hospitalizados, de los cuales 14 siguen bajo atención médica.
